7.08.2005

quizas deba, quizas no, ahi va...

Me siento como detrás de rejas, todos los cuerpos son como celdas para mi, como sombrías prisiones, que no poseen tu dogma, que no saben de comisuras siderales, y bajo el agrio apetito del placer no puedo vislumbrar tu figura de niña encantada, y en sus rutas no descubro tus utopías, tus labios de brusca guerrilla, y tan cerca duele, y tan lejos obliga, pero aun en los confines siempre va a ser igual la distancia entre nosotros, igual a la de aquel día, en que los cielos enmudecieron y las lagrimas en todos los ojos del mundo quisieron ser tuyas, y todos los pulsos quisieron ser míos, y fue acaso por que ofrecimos mas de lo que pedimos, quizás por que exageramos de caricias el lugar, de besos invicibles las ventanas empañadas de la ciudad, y ahora podría otorgarle razón a las damas del sur, quizás me quedé allí, acaso ya nunca salí, pacte mi alma en un rincón de tu sonrisa, ceñí mi piel a tus alas, ahogué mis pupilas de adiós y lo negué, y en este hoy que exilia el futuro y se atavía de ayer, en este sudor mezcla tristeza y furia, de desconsuelo y ansias, son necesarios tus ojos calmos, el manso susurro de tu voz diciendo que todo… que todo va a ir bien