"...y aunque hace tiempo que no he sabido nada de ti, escribirte es una forma de volverte a tener..."
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Tenés que ser feliz. Decidite. Tomá la tristeza de los hombros y sacala de tu vida. No te dejes vencer. La felicidad es una decisión y cuánto más tiempo se toma uno para hacerlo, más te devora el terror de la soledad.
yo ya conozco el caramelo de triztesa de esta vida y no es malo, me gusta, solo que encontre a mi compañera... yo siempre voy a tener mi cuota de soledad y tristeza, por que asi soy, solo que ahora necesito que ella me acompañe, por que sin ella poco sentido tiene todo... quien sos vos???
A mí también me gustaba. Hasta que me dí cuenta que no era eso: era que tenía tanto miedo a ser feliz que prefería la tristeza. La felicidad cuesta mucho más, se construye. La soledad y la tristeza te caen pesadas como toneladas de hierro y si sos fuerte las soportás y sino... mala suerte. La felicidad cuesta tanto. Sé que debés necesitar su compañía y a ella. Pero hay que buscar. No te conformes con esta felicidad que se te insinuó y prometió grandes bondades. Salí a buscarla. No dejes que las cosas pierdan sentido. Cuando entiendas que la felicidad tiene que ver fundamentalmente con vos, no con lo que los otros hagan para hacerte feliz, la vas a encontrar. Ya te dije: la felicidad es una elección. No te pierdas la oportunidad de ser protagonista de tu vida y elegir el papel que vas a ocupar. Ahh... y soy alguien que no te conoce, aunque a veces creyera que sí.
4 comentarios:
Tenés que ser feliz. Decidite. Tomá la tristeza de los hombros y sacala de tu vida. No te dejes vencer. La felicidad es una decisión y cuánto más tiempo se toma uno para hacerlo, más te devora el terror de la soledad.
yo ya conozco el caramelo de triztesa de esta vida y no es malo, me gusta, solo que encontre a mi compañera... yo siempre voy a tener mi cuota de soledad y tristeza, por que asi soy, solo que ahora necesito que ella me acompañe, por que sin ella poco sentido tiene todo... quien sos vos???
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A mí también me gustaba. Hasta que me dí cuenta que no era eso: era que tenía tanto miedo a ser feliz que prefería la tristeza. La felicidad cuesta mucho más, se construye. La soledad y la tristeza te caen pesadas como toneladas de hierro y si sos fuerte las soportás y sino... mala suerte. La felicidad cuesta tanto. Sé que debés necesitar su compañía y a ella. Pero hay que buscar. No te conformes con esta felicidad que se te insinuó y prometió grandes bondades. Salí a buscarla. No dejes que las cosas pierdan sentido. Cuando entiendas que la felicidad tiene que ver fundamentalmente con vos, no con lo que los otros hagan para hacerte feliz, la vas a encontrar. Ya te dije: la felicidad es una elección. No te pierdas la oportunidad de ser protagonista de tu vida y elegir el papel que vas a ocupar. Ahh... y soy alguien que no te conoce, aunque a veces creyera que sí.
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