5.30.2005

la india, la turca y yo

Como tres viejas margaritas Como tres pecados sin contar Como tres fracasos que no saben fracasar Como tres niños mal criados Como tres escaleras para crecer Como tres que querían volar Como tres besos inéditos Como tres malditos corazones sin patentar Como tres benditas sonrisas por arrancar Como tres canciones afónicas Como las montañas, el cielo y algún lugar Como tres mares de luces de ciudad Como tres dolores Como tres alivios Como tres tan cuatro que sabían, pero nunca le encontraban la quinta pata a un gato como tres valientes cobardías como tres “no me hagas mal” como tres lunares sobre el labio como tres padrinos sin boda como tres cuervos en el altar como tres lagrimas que no saben llorar como tres profesores de fotografía como Mendoza, rosario, las vegas y algún viaje para cruzar el mar como tres secretos como tres derrotas como tres amores como tres victorias como tres cafés para los pies como tres vacaciones para el álbum de olvidar como tres perros al teléfono como tres amuletos como tres soledades como tres no me olvides como tres viajes de a dos como tres caprichos sin vidriera como tres locas patrias potestad como tres que sueñan mientras sueñan como tres que extrañan fugarse del planeta como tres finales repetidos que no llegan como tres fotos de la infancia como tres cuentos de nunca, nunca acabar

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